Los antibióticos son sustancias antimicrobianas naturales y sintéticas utilizadas para tratar diversas infecciones. Resulta interesante destacar que los antibióticos suelen obtenerse a partir de bacterias. Estos medicamentos son ineficaces contra virus y muchas otras infecciones.
Un uso adecuado de los antibióticos es esencial porque ayuda a prevenir el desarrollo de resistencias bacterianas. Los médicos intentan utilizar antibióticos a los que las infecciones bacterianas específicas son sensibles, pero a veces comienzan recetando antibióticos que pueden eliminar muchas bacterias diferentes mientras esperan los resultados de las pruebas que identifican la bacteria concreta. Estos antibióticos tienen un amplio espectro de acción.
La llegada de los antibióticos revolucionó la medicina. La idea de utilizar ciertos microbios para combatir otros surgió a finales del siglo XIX. Se considera que el científico inglés Alexander Fleming inventó el primer antibiótico en 1928, al descubrir que los mohos del género Penicillium pueden destruir colonias de estafilococos. Así apareció la sustancia aislada, la penicilina. Pero no fue hasta 1940 cuando el descubrimiento alcanzó su fase final. Desde 1952, la penicilina sintética se utiliza a escala mundial. Durante varias décadas, los antibióticos se convirtieron en una panacea contra enfermedades. Cabe destacar que incluso en los albores de la era antibiótica, Fleming advirtió que la penicilina no debería usarse hasta diagnosticar la enfermedad, y que el antibiótico no debería emplearse durante poco tiempo y en cantidades mínimas, pues bajo estas condiciones las bacterias desarrollan resistencia.
Si su médico le ha recetado antibióticos, tómelos según las indicaciones, respetando dosis, frecuencia y duración del tratamiento. La automedicación con antibióticos es inaceptable. En todo el mundo, los expertos en salud temen que los antibióticos pierdan eficacia. Los propios pacientes son los primeros responsables, ya que toman antibióticos incumpliendo las recomendaciones médicas o con demasiada frecuencia, literalmente para cualquier resfriado. Mientras que el objetivo de los antibióticos es curar enfermedades graves o ayudar cuando otros tratamientos son inútiles.
Los antibióticos ayudaron a la humanidad a dar un paso colosal en el tratamiento de numerosas enfermedades que eran mortales antes de su invención. Transformaron la cirugía, haciéndola predecible. Puede afirmarse sin error que en una época sin antibióticos, casi nadie habría alcanzado la edad que tiene al leer este artículo. La mortalidad por una simple neumonía o apendicitis era terriblemente alta.
Clasificación de los antibióticos
Antibióticos bactericidas y bacteriostáticos
Los antibióticos pueden ser bactericidas y bacteriostáticos, es decir, eliminan microorganismos o detienen su reproducción. Los antibióticos bactericidas son superiores a los antibioticos bacteriostáticos como tratamiento inicial para enfermedades graves y contribuyen a mejorar el estado del paciente lo antes posible.
Categoría | Modo de acción | Ejemplos |
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Bactericidas | Destruyen directamente bacterias alterando estructuras vitales (ej: pared celular) | Penicilinas, cefalosporinas |
Bacteriostáticos | Impiden el crecimiento y reproducción bacteriana inhibiendo la síntesis proteica o de ADN | Tetraciclinas, macrólidos |
Una bacteria es un organismo vivo que necesita alimentarse y reproducirse. Y aunque muchas bacterias patógenas construyen una pared celular –una potente armadura protectora– presentan zonas vulnerables. Ahí actúan los antibióticos. Los bactericidas impiden que las bacterias creen su pared celular. Como esta pared regula el transporte de nutrientes, la protección contra tóxicos y el balance hídrico, sin esta estructura las bacterias mueren de hambre, se envenenan, estallan o se deshidratan. Los bacteriostáticos evitan que fabriquen nuevas proteínas y repliquen material genético, imposibilitando su crecimiento y reproducción.
Espectro de acción de los antibióticos
Los antibióticos también pueden clasificarse por su espectro de acción. Los de amplio espectro, como la amoxicilina y levofloxacino, actúan contra numerosas bacterias. Otros, como la vancomicina y linezolid, tienen espectro reducido, dirigido a bacterias específicas. Los de amplio espectro son útiles en fases iniciales cuando se desconoce el patógeno o en infecciones típicas. En infecciones graves es crucial analizar el patógeno y su sensibilidad para prescribir antibióticos de espectro reducido.
Otro principio clasificatorio es la estructura química. Así, se distinguen betalactámicos (penicilinas, cefalosporinas) que contienen un anillo betalactámico. Los macrólidos, como azitromicina y claritromicina, se usan en pacientes alérgicos a penicilinas. Impiden la producción de proteínas bacterianas. Las fluoroquinolonas son antibióticos de amplio espectro para tratar infecciones diversas, desde neumonías a gangrena. Afectan el ADN bacteriano causando su muerte.
Tipo de espectro | Características | Ejemplos |
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Espectro amplio | Activos contra bacterias Gram-positivas y Gram-negativas | Amoxicilina, levofloxacino |
Espectro reducido | Dirigidos a bacterias específicas con alta eficacia | Vancomicina, linezolid |
Clasificación por estructura química
Las tetraciclinas (tetraciclina, doxiciclina) son bacteriostáticos que inhiben el crecimiento microbiano. Tienen amplio espectro contra bacterias aerobias Gram-positivas y Gram-negativas.
Naturalmente, esta no es una lista exhaustiva. También destacan aminoglucósidos (gentamicina, estreptomicina), usados principalmente por vía intravenosa o intramuscular. Los antibióticos polipeptídicos (bacitracina, colistina) destruyen paredes celulares. Las rifamicinas (rifabutina, rifampicina) son bactericidas que inhiben la ARN polimerasa bacteriana. Las sulfamidas son bacteriostáticos sintéticos que bloquean la síntesis de folatos necesarios para el ADN. Tienen amplio espectro y se usan tópicamente en quemaduras, aunque muchas bacterias son resistentes.
Principales clases de antibióticos y sus mecanismos de acción
Clase | Ejemplos | Mecanismo de acción |
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Betalactámicos | Penicilinas, cefalosporinas | Inhiben síntesis pared celular |
Macrólidos | Azitromicina, claritromicina | Inhiben síntesis proteica |
Fluoroquinolonas | Levofloxacino, ciprofloxacino | Alteran replicación ADN |
Tetraciclinas | Tetraciclina, doxiciclina | Inhiben crecimiento bacteriano |
Características de clases específicas de antibióticos
Clase | Ejemplos | Características |
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Aminoglucósidos | Gentamicina, estreptomicina | Administración principalmente intravenosa o intramuscular |
Antibióticos polipeptídicos | Bacitracina, colistina | Alteran integridad pared celular |
Rifamicinas | Rifampicina, rifabutina | Inhiben síntesis de ARN |
Sulfamidas | Sulfametoxazol, sulfadiazina | Sintéticos, uso frecuente tópico |
¿Cuándo se recetan antibióticos?
Los antibióticos se prescriben para tratar infecciones bacterianas. Las indicaciones más comunes son:
- Enfermedades respiratorias como neumonía o bronquitis.
- Complicaciones de infecciones virales (resfriados), como sinusitis u otitis medias, aunque el propio resfriado viral no se trata con antibióticos.
- Enfermedades urológicas como cistitis y pielonefritis.
- Infecciones cutáneas y de tejidos blandos (forúnculos, abscesos, flemones).
Resulta difícil enumerar todas las enfermedades que pueden requerir antibióticos. Entre ellas:
- Ciertas infecciones dentales.
- Meningitis.
- Amigdalitis.
- Enfermedades de transmisión sexual como sífilis y gonorrea.
- Enfermedades graves como tuberculosis e incluso peste, donde los antibióticos son la única salvación.
También se usan profilácticamente en:
- Preoperatorio y postoperatorio para minimizar riesgos de infección. Antes de los antibióticos, la cirugía era impredecible.
- Prevención de complicaciones en pacientes inmunodeprimidos, como en tratamientos oncológicos.
Combinaciones de antibióticos: por qué y cómo
No es raro que los médicos recomienden usar más de un antibiótico para tratar desde neumonías hasta afecciones potencialmente mortales como paludismo complicado.
Combinar varios antibióticos tiene objetivos claros: ampliar el espectro de acción. Cuando es difícil determinar la sensibilidad del patógeno o se carece de tiempo, usar dos antibióticos simultáneamente es útil. Además, algunos antibióticos potencian mutuamente sus efectos. Otros se antagonizan y deben evitarse.
La terapia combinada reduce la resistencia bacteriana. Esta propiedad determina su uso en infecciones graves persistentes, incluidas las nosocomiales. Las bacterias más resistentes habitan en hospitales, donde se «entrenan» con antibióticos frecuentes.
Ejemplos de combinaciones efectivas:
- Amoxicilina + ácido clavulánico
- Metronidazol + ceftriaxona
- Levofloxacino + doxiciclina
Estas asociaciones tratan infecciones bacterianas mucho más graves que cualquier antibiótico solo, especialmente infecciones quirúrgicas.
Resistencia a antibióticos: problema global
La resistencia bacteriana es la incapacidad de reaccionar a medicamentos que deberían ser efectivos. Se desarrolla principalmente por mal uso de antibióticos e infecciones no tratadas adecuadamente. Las bacterias mutan rápidamente: si una adquiere resistencia, sobrevive al tratamiento y sus descendientes heredan esta invulnerabilidad.
La resistencia bacteriana es un problema de salud global reconocido. Ya existen cepas patógenas como:
- Gonorrea resistente a la mayoría de antibióticos
- Staphylococcus aureus resistente a meticilina
- Bacterias productoras de BLSE
La principal prevención es seguir tratamientos completos según indicaciones médicas y evitar automedicación.
La OMS declaró que la resistencia antimicrobiana es una de las 10 mayores amenazas de salud pública que enfrenta la humanidad.
OMS — Resistencia a antibióticos
Efectos secundarios de los antibióticos
Los antibióticos, aunque eficaces, pueden causar diversos efectos secundarios por su acción inespecífica. Al atacar patógenos, también afectan nuestra flora normal. Principales efectos:
- Trastornos gastrointestinales: Diarrea, náuseas y dolor abdominal son frecuentes, especialmente con cefalosporinas.
- Reacciones alérgicas: Las penicilinas suelen causar erupciones cutáneas, hinchazón y, raramente, shock anafiláctico.
- Complicaciones graves:
- Diarrea asociada a Clostridioides difficile, que puede derivar en colitis severa.
- Elevación de transaminasas, indicativa de hepatotoxicidad.
- Efectos específicos por clase:
- Las fluoroquinolonas pueden dañar tendones, aumentando riesgo de roturas.
- Los aminoglucósidos en dosis altas o prolongadas pueden causar nefrotoxicidad (daño renal) y ototoxicidad (pérdida auditiva).
Es crucial usar antibióticos con precaución y supervisión médica para minimizar riesgos. Ante efectos graves, puede requerirse suspensión o modificación del tratamiento.
Reglas para un uso seguro de antibióticos
Para que los antibióticos sean beneficiosos y no perjudiciales, siga recomendaciones sencillas:
- Nunca use antibióticos sin receta médica.
- No interrumpa el tratamiento anticipadamente.
Esto provoca resistencia del patógeno.
Evite consumir alcohol durante tratamientos antibióticos. El metronidazol no debe combinarse con bebidas alcohólicas, pues puede causar calambres estomacales, náuseas, vómitos y cefaleas. Tras tomarlo, espere al menos tres días antes de beber alcohol, ya que el cuerpo sufre toxicidad por alteración en la oxidación del etanol. De hecho, el metronidazol se usa a veces en alcoholismo crónico por sus efectos adversos graves si se consume alcohol. Informe a su médico sobre todos sus medicamentos para evitar interacciones.
Alternativas a los antibióticos
En algunos casos no se recomiendan antibióticos, especialmente en infecciones respiratorias comunes (resfriados). Las infecciones virales no requieren antibióticos porque estos no afectan a virus. Por ejemplo, tratar la gripe con antibióticos antes de complicaciones bacterianas carece de sentido.
La vacunación es crucial como alternativa al uso generalizado de antibióticos. Previene enfermedades infecciosas como sarampión o tos ferina, que normalmente requerirían tratamiento antibiótico.
Para mantener salud y reforzar el sistema inmunitario, es lógico usar probióticos. Son cepas de bacterias y levaduras vivas que habitan principalmente en intestinos. Mejoran la digestión y ayudan a eliminar bacterias y levaduras nocivas. El estado intestinal es clave para la inmunidad y resistencia a infecciones bacterianas.
Reglas para un uso seguro de antibióticos
Preguntas para nuestros lectores:
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¿Sabe por qué es importante completar el tratamiento antibiótico aunque se sienta mejor?
Respuesta: Interrumpirlo prematuramente permite que bacterias supervivientes se multipliquen y desarrollen resistencia, haciendo futuras infecciones más difíciles de tratar. -
¿Ha tomado alguna vez antibióticos sin receta? ¿Qué consecuencias tuvo?
Respuesta: Tomarlos sin prescripción es peligroso: el tratamiento puede ser inadecuado, causar efectos secundarios innecesarios o generar resistencia bacteriana.
Conclusión
Los antibióticos son medicamentos que salvan miles de vidas cada minuto. Sin embargo, es crucial usarlos conscientemente y evitar abusar de terapia antibacteriana cuando sea evitable. Así se previene la resistencia bacteriana.
Si necesita tomar antibióticos, siga las recomendaciones médicas y el prospecto. Incluso si cree estar curado, no suspenda el tratamiento antes de lo indicado.
Científicos de todo el mundo trabajan en nuevos antibióticos. No obstante, existe escasez de antibióticos innovadores. Su desarrollo es vital para combatir resistencias. Actualmente hay más de 40 antibióticos en desarrollo, pero ninguno revolucionario. Todo lo existente en el mercado farmacéutico son variantes de clases descubiertas antes de los años 80.